jueves, 26 de febrero de 2015

Huir conmigo de mí.

Deja de huir, deja de correr cada vez que te mira de esa manera.
Quizás no sea él ya que lo has hecho antes.
Pero está ahí, mirándote, sonriéndote y tu sabes lo que él siente, lo has visto antes, en otros ojos.
Quiere que le mires de la misma forma, quizás cree que lo haces, porque realmente desea que seas suya en esa forma que sólo una vez te has dado la oportunidad de ser.
Te quiere de la forma en que no puedes darte, de la única que no serás capaz de entregar.
No querías que llegara tan lejos, lo sé. Querías un buen rato pero no supiste pararlo y ahora no sabes decir que no, porque quieres poder ser esa persona de nuevo. O quizás no, quizás quieras cambiar y ser una persona nueva capaz de entregar esas cosas que él busca en ti.

Tienes que cambiar eso, tienes que hacerlo por ti y no por nadie más, porque te conoces mejor que nadie y nadie puede cambiarte si tu no cedes.
Y permíteme decirte que no es tu momento de perder oportunidades, que tienes que arriesgar, jugarse el todo por el todo, al fin y al cabo... Solo pierdes cuando dejas de intentarlo.

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