lunes, 10 de noviembre de 2014

Entre la cordura y la locura

Nos volvimos locos. Sí, locos. Entre tus tonterías y las mías, eres la pieza que me faltaba. Esos ratos de niñez, esos aquí y ahora que tienes, esas sonrisas robadas no las cambiaría por nada ni nadie. Con lo que a mi me gustaba la seriedad... contigo es imposible estar un segundo sin sonreír.
Callarte a besos porque no hay otra forma posible de hacerlo, y entre beso y beso, esa mirada que te caracteriza.  No hay forma posible de no tener ganas de verte. Y si no es verte es hablar contigo,  entre mirada y mirada, entre caricias y silencios nos decimos todo.
Yo ya no prometo nada, y mucho menos quiero que lo hagas tú. Porque me vale con tu presencia en mi presente, con tu mano acariciando mi mejilla, con tu sonrisa traviesa y esos estúpidos apodos.



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