lunes, 15 de diciembre de 2014

Como lo hacía yo

Días como hoy, de frío y con tu sudadera puesta, me cuesta pensar en todo aquello. Eso que teníamos y que era nuestro, único y especial. Tendría que haber sabido comprenderte, tendrías que haber sabido esperar. Tendría que haber sido más fuerte por nosotros, tu tendrías que haber venido más. Tendría que haberte hecho sonreír más, tendrías que haber borrado mis lágrimas con besos. Tendría que haber saltado sin pensar contigo y tu tendrías que haberme sujetado para no caer, o si caíamos hacerlo juntos. Hoy veo todo lo que tendríamos que haber hecho y sólo pienso que ahí se quedó, en un tendría o tendrías que haber hecho. Pero a cada lado de la pantalla ambos suspiramos e intentamos reunir el valor para enviar un mensaje, ése que significaría tanto para el otro, pero realmente dejamos que el estúpido orgullo gane la batalla y nos mantenga fríos, solos a cada lado de la ventana.
Dile a tu orgullo, que el mío le manda saludos, y sobre todo me gustaría saber si él te abraza tan bien por las noches, como lo hacía yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario